lunes, 5 de enero de 2015

Cinco poemas de Luis Eduardo García







POEMA CON RISA DIABÓLICA (realizado en The Four Seasons Restaurant)

Los encerraré en un animal muerto. Los encerraré
en un poema rojo
como una nube amarilla de azulejos
gravemente heridos. En dos palabras: será inmundo
ustedes
vomitarán sus hongos portobello
con (exquisito) queso de cabra querrán salir
por la puerta de emergencia
no habrá tal
sí habrá:
−chillidos
−invocaciones
−lágrimas
yo reiré mientras me bebo el oporto
y claro
no podrán pagar la cuenta.








LO INHUMANO PERMANECE


Quiero alejarme lo más posible de lo humano. Es viejo
y duele.
Prefiero los insectos.

Añorar lo azul es miserable. Creer que la belleza puede
ser capturada
es jugar al exterminio.
La belleza les estallará en el rostro. Ésa es su finalidad.

Me alejaré lo más posible.
Lo humano jamás conocerá los límites
del dolor. Sólo conocerá
lo que puede romperse.

No seré parte.
Un pez violento ocupará mi lugar.
Esperaré como el cielo
a que todo sea destruido.






ANTÍDOTO CONTRA POSTALES MULTICOLOR Y COMERCIALES COSTOSOS


Desconfía de los fondos que carezcan de un par de aves
     reventadas o
    algunos árboles secos
pocas cosas
más absurdas que las figuras sonrosadas delante
   de un atardecer amarillo.

La naturaleza puede parecer impresionante con tres
       ó cuatro filtros encima
con tres ó cuatro
millones de tomas con tecnología de punta:
modelos petrificadas con senos suculentos
enormes animales de felpa
algo parece estar oculto entre todo ese azul
verdoso


pero en realidad ahí no hay nada.





¿Y ACASO HAY UNA ÉTICA VERDADERA EN ESCRIBIR SOBRE DESTELLOS Y NIEVE QUE PERDURA?

Supongamos que esto es una visión del mundo
        no un poema
Supongamos que son cosas distintas.
Ahora imaginemos que mi visión del mundo
      no es abyecta, es sólo una enfermedad producida
      por la ausencia.
La ausencia insoportable de lo que no ha estado nunca.
Soy una víctima entonces. Soy honesto.
No puedo ver la belleza porque hay algo en el lente.
Hay quienes pueden verla, pero se quedan en la forma.
En el fondo de la belleza hay algo que se pudre.

Supongamos que es una virtud no ver lo bello.

¿Los que escriben sobre el deslumbramiento forma parte
         de lo generoso del mundo?
¿Nunca gozarían al contemplar una cabeza reventada?

La única certeza es que esto es un poema. Es también
      una visión del mundo.

No son cosas distintas.
Aquí hay algo que no pudo concretarse.
Me fue imposible tocar aquello que jamás he presenciado.
Decidí mostrar la parte más blanda; traté de evitar
        lo deslumbrante.

Cierto, jamás será una virtud no ver lo bello.
 




L
A VIDA PODRÍA TENER EL ENCANTO DE UNA PELÍCULA SERIE B


Pero los monstruos
no son lentos
los autos se destruyen
y la música
de las mujeres suculentas
nunca llega.














De los  libros  Dos estudios a partir de la descomposición de Marcus Rothkowitz e Instrucciones para destruir mantarrayas.

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